En el marco de Plan Disciplinar 2030, la Facultad obtuvo financiamiento de Prorrectoría de la Universidad para el desarrollo de un proyecto operativo que contempla dotarla de una renovada plataforma web para entregar contenidos y servicios de interés para sus distintos públicos relacionados.

La crisis sanitaria que enfrenta el país, producto del Covid-19, ha llevado a desarrollar el quehacer universitario en el entorno digital. Aunque ya existían previo a la crisis, herramientas de comunicación y educación a distancia han cobrado mayor relevancia, y su uso se ha hecho más cotidiano. En este contexto, el profesor Jorge Araos postuló un proyecto operativo para dotar a la unidad académica de una nueva plataforma web. Dicha iniciativa obtuvo financiamiento de Prorrectoría para su ejecución, ello en el marco de los planes disciplinares 2030 que deben desplegar las distintas facultades.

El proyecto se propone como objetivo general "generar una plataforma tecnológica que potencie la entrega de servicios e información a los distintos públicos de la Facultad de Derecho y, al mismo tiempo, fortalecer su presencia en el entorno digital".

Lo anterior se refleja, por ejemplo, "en utilizar criterios de desarrollo y construcción de la plataforma web que optimicen su posicionamiento en los motores de búsqueda, principalmente Google, y que también tenga la capacidad de desplegar contenidos en distintos formatos, como también ofrecer servicios a los diferentes públicos que se relacionan con el quehcer de la Facultad", comenta el profesor Araos.

"La educación y sus servicios, así como la atención a nuestros estudiantes y público relacionado debe seguir adelante. Por eso, hoy más que nunca necesitamos contar con una herramienta de contacto, comunicación, servicios e identidad digital que permita dar respuestas a nuestros usuarios internos y externos", agrega.

Cabe señalar que este es el tercer año que la Facultad recibe financiamiento para llevar a cabo proyectos operativos. El año pasado, la iniciativa permitió entregar experiencias culturales, como entradas a ópera, ballet y musicales; y adquirir mobiliario para adecuar espacios de estudio. Ambas acciones en la línea de bienestar estudiantil.