13.12.2024
Las académicas de Derecho U. de Santiago, Katherine González y Natalia Ocampo, participaron en las III Jornadas Nacionales de Profesoras de Derecho Privado, un encuentro que reunió a abogadas especialistas en distintas áreas. Así, mientras la primera abordó la figura de los smart contracts o contratos inteligentes, la segunda se refirió a las consecuencias civiles de la difusión de imágenes de los hijos menores de edad por parte de sus progenitores.
“Los smart contracts o contratos inteligentes son acuerdos cuyo contenido está escrito en código informático para ejecutarse automáticamente a partir de una serie de parámetros programados. Dicha autoejecución es su valor principal, en tanto permite fortalecer el cumplimiento de las obligaciones, descartando malentendidos, falsificaciones o alteraciones, a la vez de permitir prescindir de intermediarios para su cumplimiento”, explicó en su ponencia la profesora González.
No obstante, precisó, esa misma autoejecución puede acarrear problemas relacionados a la autonomía de la voluntad de las partes contratantes, dado que al alojarse en una estructura matemática para almacenar datos, denominada blockchain, la hace inmutable, por lo que la ejecución automática del contrato no podrá detenerse. Por ello, la académica propuso, entre otras medidas, la implementación de un nuevo código que haga posible reversar la operación.
Por su parte, la profesora Ocampo expuso sobre el conflicto que se genera entre la autorización que tienen los padres de difundir imágenes de sus hijos menores de edad, de acuerdo a normas del Código Civil vinculadas a la capacidad, y la autonomía progresiva de los niños, niñas y adolescentes de acuerdo a su madurez, según plantea la Convención de los Derechos del Niño.
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